martes, 18 de septiembre de 2007

Ironman Frankfurt 2007


No es posible realizar una crónica intentando haceros llegar las sensaciones y sentimientos que se suceden durante el plazo de tiempo en que transcurre un triatlón de larga distancia sin explicar los meses previos a la prueba. Meses en los que no sólo se entrena el aspecto físico, sino que el atleta y las personas de su entorno desarrollan aspectos en su mayoria aplicables a cualquier situación de la vida "normal": autodisciplina, constancia, optimismo, superación, respeto, solidaridad y apoyo son muchas de las medallas que cuelgan y nos enriquecen a todos los que disfrutamos y sufrimos algo así.

245 km en la piscina, 4812km. sobre la bicicleta, 1597km. corriendo, 344,6 horas durante 60 semanas sé que no son demasiadas, pero son meses de madrugones haciendo verdareras virguerias para cuadrar el entrenamiento con el horario de trabajo, intentando no descuidar que en casa no se me eche mucho de menos, meses haciendo lo que tienes que hacer te apetezca más, menos o nada.

La semana de la prueba ya es algo especial, no se por qué me tensioné mas que en otras pruebas similares, ¿habrá aparecido el conocimiento en mi? Mi cabeza revivía sensaciones y recuerdos sentidos en Niza donde todos: corredores, acompañantes y voluntarios vivimos aquel infierno acentuado en la maratón. También volvían los pensamientos típicos de la última semana, ¿por qué no salí aquel dia que no me apeteció?, ¿por qué si tenia 130km. paré al pasar por casa y solo hice 120km?, ¿Por qué no he nadado más?, son pensamientos o remordimientos que nunca puedes dejar de tener. Hacía mucho tiempo que una carrera no me quitaba el sueño, pero creo que es lo que buscas en este mundillo. Frívolamente, esto es una constante búsqueda de no sé qué sustancia que genera el cuerpo y que no te deja dormir.

El día antes, ya en Frankfurt, todo sucedió muy rápido, quizá vas un poco distraido, quizá es que no quieres pensar en nada. Recoges el dorsal, introduces la bici en boxes, mil dudas te asaltan: ¿habré puesto las zapatillas de correr en la bolsa de correr o me las encontraré al coger la bici? joder, que forma más mala de morir; ¿habré puesto todo lo necesario en la bolsa de la bici?, que no se me olviden las gafas, ni el gorro, ni la vaselina, ¡ni el neopreno!; la bolsa de correr ya está entregada, no puedo pensar en eso. Hay miedo a que un fallo lo eche todo a perder.

El día de la carrera es el último madrúgon, a las 4 de la mañana el comedor del hotel estárepleto de gente aunque son muy pocos los que hablan. Estoy seguro que todos pensamos lo mismo, sé que todo el mundo tiene las mismas dudas que yo, "míralos, yo creo que he entrenado menos que nadie, ¿quien me mandaba a mi gandulear?, no volveré a preparar algo así pero por si acaso prometo hacer lo que tengo que hacer, ¿puse las zapatillas en la bolsa que tocaba?, ¿otra vez?, bueno ya no puedo hacer nada".

6 de la mañana, llego a la bici, lo compruebo y en la bolsa de la bici ¡sí están las zapatillas de bici!, ¡bien!, también lo llevo todo, me preparo y hago tiempo dando una vuelta, voy al baño pronto y así no hay cola , después al lago y en muy poco tiempo dan la salida. ¡Ya está!, ahora sólo toca nadar y luego ya veremos, no pienses en nada más. Temino de nadar y recuerdo que no está Núria, bueno no pasa nada la veré pronto. Veo que salgo bien ¡1h 07min! Bien no, ¡muy bien!, bueno ¿será mi dia?, ¿cómo puedo pensar eso si aún faltan 222 km.? Miguel, tranquilo y sal en bici. Sólo tengo que hacer 180km. que he hecho muchas veces. Pedaleo rápido pero controlando; ya sé que voy mas rápido de lo que me habia propuesto, pero aun así me pasa mucha gente.Si consigo aguantar estaría muy bien. Pasan los kilómetros y no dejo de comer y beber, pronto me doy cuenta que tanto beber hará que tenga que parar. Pasamos por Frankfurt y no veo a Núria, ahora sí me fastidia más. Me gusta mucho el circuito de bici, puedo ir rápido, o ¿igual me gusta por eso mismo por que voy rápido?, yo, por si acaso, sigo fuerte y ya sufriré cuando toque.

La diferencia entre los malos, los buenos y los muy buenos es la capacidad de sufrimiento, así que cuando toca sufrir es el momento de demostar lo que uno es.Terminamos la primera vuelta, ¡bien! ¡Por fin veo a Núria!, pienso que se ha hecho corta, siempre hay que pensar en positivo: hace nada estaba aquí y ya he vuelto a pasar por el mismo sitio así que pronto volveré y terminaré la bici. Sigo comiendo y bebiendo aunque hoy no sé por qué beber me obliga a parar mucho. Bueno, me resigno aunque pienso que me hará perder tiempo, "¿tiempo?, ¿unos minutos en un esfuerzo de 11 horas?, que pensamiento más egoísta". Bueno, yo mientras sigo dando pedales; el ambiente es alucinante y ya sé donde están las 450.000 personas que esperaba la organización: ni mas ni menos que repartidas durante los 180km. de bici.

¡Bién, muy bien!, es el pensamiento al terminar con la bici. No me resiento de nada y el cuerpo aguanta; ahora toca comer y correr, bueno, mejor pensemos que faltan 4 horas de esfuerzo, 4 horas corriendo sé que las puedo hacer. Estas cosas hay que afrontarlas borrando tu disco duro, hay que intentar controlar la mente que es lo mejor y único que puedes hacer durante la carrera.

La maratón se resume en un largo pasillo abierto por la gente donde no puedo dejar de agradecer con el dedo pulgar a cada persona que pronuncia mi nombre leído del dorsal con decenas de acentos y pronunciaciones distintas. Hay que intentar que sean 42km. totalmente en positivo donde por entretenerme en algo voy pensando qué poner en esta crónica: escribiré que pasé bien por el km. 11 y que en el cartel también pone 21 y 31 y 41, pero no los quiero mirar, ¡solo pone 11!, voy a seguir mi metódico plan comiendo en cada avituallamiento y corriendo alrededor de 5 minutos el km. como creo que voy a pesar de haberme dejado el reloj en la bici. Paso a mucha gente y ¡voy muy bien! Llega el km. 21, en nada estaré aquí otra vez, sólo faltan 50 minutos para volver, sólo hay que esperar, ¿quién no es capaz de esperar 50 minutos? En el km. 30 veo a Núria otra vez, joder, yo no sé si aguantaría: está sola y mírala, en vez de poner mala cara me anima; vaya, queria darle un beso (nota personal " que no se me vuelva a pasar algo así","sería una buena forma de agradecérselo").Sigo corriendo y me doy cuenta que mucha gente a mi alrededor anda o corre muy despacio, ¿o tal vez yo voy rápido?, ¿lo pagaré?, es igual, prefiero seguir y ya sufriré. Alcanzo a Jose Ramón en el km 39, pienso que ha pinchado porque creo ir alrededor de 11 horas, y el quería hacer 10:30, pero al preguntarle me dice que llevamos 10:07. ¿¡10horas 7 minutos!?, ¡hostias! ¿Y por qué me estoy dejando algo para el final?.

Esos últimos 3 km. pasaron rápido, demasiado rápido. Creo que esto de la superación a uno mismo te hace ser muy egoista, tienes a tu disposición dos gradas repletas de gente animando; una línea de meta montada acorde al simbolismo que tiene terminar una carrera así, y tu sólo corres todo lo deprisa que puedes para pasar lo antes posible por la linea de meta y poder parar el reloj cuanto antes.

Espero que 10 horas y 24 minutos recompensen a quien me ha apoyado, entrenado y sufrido durante estos meses, ¡muchas gracias!".